Briefing del cliente

Dorados de nobleza, azules de valentía: la esencia de los Tridentes del Vacío

Nuestro cliente llegó a nosotros con una misión clara y emocionante: dar vida a su capítulo personalizado de Void Tridents. Nos descubrió al explorar ejemplos de pintura de miniaturas y quedó fascinado con la calidad y dedicación que ponemos en cada proyecto. Así comenzó nuestra colaboración.
La propuesta no era sencilla, pero sí cautivadora: montar, personalizar y pintar un ejército completo que transmitiera el carácter de los Void Tridents. Nos pidió que trabajáramos con un esquema muy definido: azul oscuro para las armaduras, blanco roto en hombreras y rodilleras, y cascos dorados como sello distintivo. También quería que el tridente rojo luciera prominente en las hombreras.
Además, nos planteó retos específicos. Los Infiltrators debían diferenciarse con un esquema más oscuro, mientras que personajes únicos como el Chaplain y el Apotecario Biologis requerían un pintado especial. Por último, las bases tenían que representar los oscuros y decadentes pasillos de un pecio espacial, con efectos que les dieran una narrativa propia.
La claridad de su visión y la confianza que depositó en nosotros nos motivaron desde el primer momento. Cada detalle de su encargo nos hablaba de su pasión por este universo, y eso nos contagió a lo largo del proyecto.

Foto del proyecto nivel Juego y Vistoso

Sombras, óxido y gloria: Tridentes del Vacío en su elemento

Este proyecto ha sido un viaje increíble, y el proceso ha estado lleno de momentos memorables. Comenzamos con el montaje de todas las miniaturas, ajustando cada detalle según las indicaciones del cliente. Una parte clave fue la impresión 3D de piezas personalizadas, como los jump packs y las peanas de Necromunda para los Dreadnoughts, ya que estas no estaban disponibles en el tamaño adecuado.
Mientras el montaje avanzaba, uno de nuestros pintores trabajó en una miniatura de muestra para definir el esquema. Cuando el cliente aprobó el diseño, nos lanzamos al pintado con la seguridad de que estábamos en el camino correcto.
Las armaduras recibieron varias capas de aerógrafo en azul oscuro, con degradados que añadían profundidad. Las hombreras y rodilleras en blanco roto y los cascos dorados se trabajaron por separado para lograr un acabado impecable. Después llegaron los detalles: los tridentes en las hombreras, el desgaste con esponjitas, y los toques metálicos que daban vida al conjunto.
El toque final llegó con el pintado de las bases, efectos de óxido y las lentes con un vibrante OSL. A lo largo del proceso, compartimos fotos de los avances con el cliente, asegurándonos de que cada etapa estuviera a la altura de sus expectativas.